¿Por qué permiten el uso sustancias químicas dañinas en el mercado incluso después de que estudios han probado que son peligrosas para la salud humana?
Hay posturas polarizadas entre dos grupos de científicos: los investigadores de los efectos de salud y los toxicólogos reguladores. Este es un extracto que da respuesta a la interrogante y publicado en Independent Science News November 21, 2015:
«El problema se centra alrededor de la mejor forma de medir los efectos de salud de la exposición a las sustancias químicas. Los toxicólogos regulatorios generalmente se basan en simulaciones de computadora llamadas modelo “farmacocinético basado fisiológicamente” (PBPK). Los investigadores de los efectos de salud… basan sus conclusiones en las observaciones directas de la forma en la que las sustancias químicas realmente afectan a los seres vivientes… El vínculo de ciertas sustancias químicas con estos efectos de salud es real».
«En un artículo publicado a principios de este año,10 un grupo de importantes endocrinólogos concluyó con un 99 por ciento de certeza que la exposición a sustancias químicas disruptoras de hormonas causa problemas de salud… Sin embargo, la regulación de sustancias químicas en los Estados Unidos ha procedido a un ritmo glacial. Y las ganancias corporativas son el corazón de esta historia…”
Es una pena que en el fondo de toda polémica o posición polarizada este como base el interés económico. Los consumidores podemos marcar la diferencia si comenzamos a no consumir en la medida de lo posible todo aquello que este en duda.