A finales de los años 90, tras una serie de pruebas sanguíneas en niños mexicanos, se descubrió que el uso frecuente de cazuelas de barro para preparar alimentos había provocado un aumento en el nivel de plomo en la sangre de los menores.
El problema no es el barro en sí: “Éste no contiene ningún compuesto tóxico, el problema es el barniz que se utiliza para darle el acabado brillante, pues tiene un alto contenido de plomo”, explica el doctor Héctor Lamadrid, investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública
(INSP).
¿Son peligrosas las cazuelas de barro?
El recubrimiento brillante, que utilizan todavía buena parte de los alfareros para evitar que se trasminen los líquidos, contiene plomo, lo que convierte a los utensilios de barro en una fuente de contaminación para los alimentos.
El doctor Lamadrid explica cómo sucede esto: “El plomo contenido en el esmalte de una cazuela se libera poco a poco, de manera constante e imperceptible, al guisar y/o conservar comida en ella, sobre todo cuando son alimentos de alto contenido de ácidos, como una salsa o rebanadas de jitomate”.
De acuerdo con el doctor Lamadrid, las consecuencias de consumir dosis diarias de plomo a través de los alimentos pueden ir desde una intoxicación aguda leve (con síntomas como náuseas, dolor de cabeza y abdominal) hasta una disminución de la capacidad intelectual. Los niños son los más vulnerables a este tipo de problemas, ya que son más susceptibles de absorber el metal.
En nuestro país existen normas oficiales que establecen, entre otras cosas, los límites de plomo permitidos en la elaboración de artículos de cerámica vidriada y los requisitos necesarios para su comercialización.
Sin embargo, su cumplimiento se dificulta porque la producción de utensilios de barro es una actividad artesanal.
Ante este panorama, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) se esfuerza desde hace 15 años por convencer y enseñar a los alfareros a utilizar un nuevo esmalte con elementos inocuos. Lamentablemente, muchos alfareros se resisten al cambio.
Si usted no está seguro del tipo de esmalte aplicado a sus utensilios de barro, le recomendamos evitar su uso para la preparación y conservación de alimentos, ya que “no hay
manera de saber si una olla está liberando plomo”, afirma el doctor Lamadrid. Otra recomendación es usar piezas de barro no esmaltadas, pues hay que recordar que es el recubrimiento y no el barro el que libera plomo.
Nuestros amables lectores de Verde a la Mexicana nos informaron que:
- En Cadereyta de Montes,Qro. (Específicamente en Boxasni) Existen muchos artesanos que ya usan el barniz sin plomo. De paso visitas nuestro Pueblo Mágico.
- En Mezontla los Reyes, Puebla se trabaja piezas de barro y solamente se usa una aplicación de cera de abeja para el terminado. Totalmente natural. Hacen unos trabajos hermosos.
- En Tlayacapan Morelos el gobierno esta impulsando una nueva técnica sin plomo e incluso le provee del químico a los alfareros para que en el momento de comprar te comprueben que no tiene plomo.
Fuente consultada:
http://www.profeco.gob.mx/
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